martes, 28 de agosto de 2012

Morbo del deseo

Como lobo hambriento en busca de su presa, deambulaba en la noche ebrio por las penas, mas la presa ajena de esta cacería, se mostraba en el estanque bañando de luna su cuerpo.
Rojos se manifestaron los ojos, al ver el brillo del agua en su piel, que destellantes plateados fulgores, vestían como satén su cuerpo, y las perlas de agua que corría, cual collar de brillantes parecían.
Frente a frente las miradas se fijaron, casi al filo del ataque, mas una sonrisa en el bello rostro femenino, cambio por amor... el destino de herejía. 

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